Niños Desplazados
La última novela de Isabel Allende, “El viento conoce mi nombre”, presenta personajes de diferentes épocas que enfrentan desafíos similares mientras intentan escapar de países devastados por la guerra. A pesar de las diferencias de tiempo y ubicación, el impacto de la guerra en estos personajes y sus familias permanece sin cambios.
La historia gira en torno a Samuel Adler, un niño judío refugiado. Se separa de sus padres cuando estos intentan huir de Austria antes de la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, Sam intenta localizar a sus padres. Mientras excava entre los escombros de la Segunda Guerra Mundial, sólo encuentra fragmentos del rompecabezas de la tragedia de su familia.
A Sam le quedan pocos documentos supervivientes para hacer suposiciones sobre el fallecimiento de su familia. No puede poseer una historia completa de su familia y se ve agobiado por la incapacidad de afligirse su pérdida adecuadamente.
La autora también explora la angustia mental de los padres de Sam, llamados Rudolph y Rachel, que permanecieron en Austria con la esperanza de que las cosas mejoraran. Tuvieron que sopesar la decisión de abandonar su hogar, comunidad y amigos por un lugar desconocido. Finalmente, Rachel toma la angustiosa decisión de enviar a su hijo a un lugar seguro sin el resto de la familia.
En la novela, Allende presenta a otro personaje Anita Díaz, que es una refugiada como Sam. La historia de Anita es que ella también es víctima de los conflictos políticos y militares en El Salvador. Junto a su madre, Anita huye a las fronteras de Estados Unidos en busca de seguridad. Desafortunadamente, Anita se separa de su madre, lo que la deja enfrentar una vida sin comprender completamente el motivo de su separación y el abandono de su madre.
Anita es una niña refugiada que ha perdido a sus padres y debe navegar por el sistema de Estados Unidos para manejar estos casos. La autora profundiza en las preocupaciones más desperadas de Anita mientras intenta sobrevivir a una serie de campos de detención y hogares de acogida. Sin embargo, cuando era niña, carecía de las habilidades para expresar sus necesidades y frustraciones más simples. Por ejemplo, le molesta cuando se espera que se dirija a un cuidador adoptivo como madre cuando ella tiene su propia madre.
Además de Sam y Anita, la novela explora otros personajes que ayudan a estos niños refugiados. Peter Steiner y el coronel Volker ayudan a la familia de Sam proporcionándole un escondite y ayudando a Sam a escapar. Estas personas compasivas deciden salir de su zona de confort cuando se dan cuenta de que sus vecinos judíos están siendo víctimas de los líderes gubernamentales de su país.
De manera similar, Selena Durán y Frank Angileri entienden cómo el lento proceso de Estados Unidos para tratar con los inmigrantes ha creado víctimas. Deciden ayudar a Anita Díaz a navegar por el sistema, buscar asilo y encontrar un hogar seguro. Sin embargo, el proceso no es nada fácil y nos enteramos de las crueldades que Anita debe soportar para obtener ese hogar seguro.
Aunque Sam y Anita son personajes ficticios, en su nota de autora Allende nos recuerda que tan recientemente como 2017, Estados Unidos mantenía centros de detención. En estos campos, los niños eran enjaulados y separados de sus padres.
La autora también escribe que el acto de separar a los niños de sus padres no es nuevo en este país. Es parte de nuestra historia. Durante la esclavitud, los niños negros fueron separados de sus padres por capricho del dueño de una plantación. Los niños indígenas también fueron sacados de la reserva en un intento de asimilarlos. Lamentablemente, en las últimas décadas la separación de niños de sus padres ocurrió también en otros países, incluyendo Australia y Canadá.
Allende reconoce la complejidad de la inmigración y no intenta ofrecer una solución. A través de sus personajes, nos recuerda el impacto de nuestro sistema de inmigración en los más vulnerables e indefensos: los niños.
La autora lleva décadas escribiendo y ha recibido numerosos premios. En 1983 recibió el premio Novela del Año en Chile. Allende logró reconocimiento internacional por su trabajo y obtuvo el Premio de la Herencia Hispana en Literatura en Estados Unidos en 1996. El Reino Unido en 2018 la incluyó en su BBC 100 Women y el presidente Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad en 2018. .
Esta autora ha publicado desde 1982. Sus trabajos más recientes incluyen “Violeta” y “Un largo pétalo del mar”.
Para escuchar a Allende describir “El viento conoce mi nombre”, vea un video en
https://www.youtube.com/watch?v=Qb2g7NxuM1I. También ella comparte sus puntos de vista sobre el feminismo en español en https://www.youtube.com/watch?v=0OBiZ4u2ByA
“El viento conoce mi nombre” se vende en la mayoría de las librerías principales y está disponible en inglés y español. Las ediciones en inglés y español están actualmente disponibles en la Biblioteca Prescott.
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Susan Blanco Cooper