Lo que no te deja dormir
Recientemente fui a un chequeo anual y cuando surgió la pregunta sobre la calidad de mi sueño, el médico me dijo que soy muy afortunada por ser una de las pocas pacientes que regularmente duerme ocho horas corridas. Y es que el insomnio tiene a casi medio mundo en vela, pues un 40 por ciento de la población mundial no puede conciliar el sueño.
Sin duda, una cifra alarmante que más allá de tener preocupada a la Organización Mundial de Salud, deja claro que este problema de salud pública está descontrolado, causando condiciones médicas y afectando la realización de actividades diarias por falta de concentración y energía.
Si eres de los que da mil vueltas en la cama, las siguientes recomendaciones pueden aliviar tu falta de sueño:
Empieza a tomar citrato de magnesio : Conocido como el mineral de la relajación, éste regula el sistema nervioso haciendo posible un sueño de calidad. Pero asegúrate que entre la variedad de magnesios disponibles consumas el de citrato, pues el cuerpo lo absorbe más rápido. Sin duda, ese es mi secreto para dormir bien.
Cero tecnología en la cama: No es casualidad que mientras más adicta se vuelve la sociedad a las pantallas, más le cuesta dormir. Evita usar computadoras, celulares y tabletas al menos una hora antes de dormir. Cualquiera de esas fuentes de luz puede disminuir los niveles de melatonina, la hormona del sueño.
Para de mirar la hora: Según un reciente estudio de la Universidad de Indiana, mientras más veces mires el reloj y te pongas a pensar en el tiempo que llevas sin poder dormirte, o en las pocas horas que te quedan para levantarte, más difícil resultará conciliar el sueño. Cubre el reloj o coloca el celular lejos de ti para evitar la tentación de mirar la hora.
No lleves problemas a la cama: Siendo las preocupaciones el motivo principal del insomnio, algo muy recomendable por la Asociación del Sueño de Estados Unidos es levantarte de la cama y sentarte en una silla en la oscuridad. Haz que tu mente corra hasta que tengas sueño y regresa a la cama.
Ojalá puedas recuperar tu sueño y unirte a la otra mitad del mundo: los afortunados que dormimos bien.
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