Cerrar ciclos es comprender el proceso de la vida
Cuando llega el momento de cerrar un ciclo en nuestra vida, podemos llegar a sentir miedo o incertidumbre, sin embargo, es uno de los momentos más hermosos y liberadores que puede experimentar el ser humano. Se pueden cerrar ciclos con personas que amamos, familiares, amigos, lugares, actividades, situaciones, profesiones, trabajos, eventos, etc. Esto ocurre porque ya se cumplió lo que nos venían a enseñar y lo que nosotros también teníamos que aprender.
Te puedes dar cuenta de que un ciclo está llegando a su fin porque se hacen más frecuentes los problemas, o porque se comienzan a experimentar múltiples dificultades. Esta es la forma en que el Universo te avisa que no hay nada más que hacer allí, y que tienes que soltar aquello a lo que te estas aferrando. Cerrar ese ciclo te traerá la oportunidad de cambiar tu realidad por una más positiva, abundante, exitosa, feliz, plena y satisfactoria.
Es momento de darte cuenta de quien ejerce presión sobre ti. Pueden ser tus abuelos, tus padres, tu familia en general, tus amistades o la misma sociedad, incluso pudiera ser que algunas de estas personas ya no se encuentran vivos, sin embargo, sigues escuchando las creencias limitantes que te dejaron como herencia.
Al darte cuenta te puedes liberar y comenzar a construir tu propia historia de vida, basada en lo que tu consideres que es mejor para ti, haciéndote responsable por tus decisiones y asumiendo el control de forma amorosa. Es tiempo para sanar después de toda la indagación que hayas hecho desde dentro de tu corazón viene el tiempo para sanar.
Este es vital y necesario para poder procesar todo lo ocurrido, entendiendo por “duelo” cualquier proceso de perdida, como puede ser un empleo, el término de una relación, la partida de un familiar amado o de una mascota, en cambio de residencia, de carrera o de profesión, o algún evento en el cual tuviste que perder algo que para ti era importante y valioso. El tiempo para sanar incluye varias acciones como:
· Tenemos paciencia y no exigir estar bien de la noche a la mañana.
· Llorar la perdida cuantas veces sea necesario.
· Hacer actividades que te brinden paz y tranquilidad.
· Habla de tu duelo con algún experto o con amistades que te escuchen amorosamente.
· Lee o escucha información que te ayude a comprender tu proceso.
· Pide ayuda al plano espiritual para que te envíen lo que necesitas para transitar este proceso de la mejor manera.
Pero sobre todo recuerda, que se llama cerrar ciclos y trascender el duelo, no están separados. Nada ni nadie puede evitar ese dolor, solo el tiempo, la paciencia y sobre todo comprenderlo desde el amor que lo puede sanar. Ahora con este nuevo conocimiento te invito a hacer una reflexión desde dentro de tu corazón. Gracias por estar. ¡Bendiciones!