Vivimos Días de Tensión, Carta del Cónsul General de México en Phoenix, Lic. Jorge Mendoza Yescas

Queridas hermanas y hermanos:
Vivimos días de tensión. En las últimas semanas, hemos notado un aumento innegable en la actividad de ICE y HSI en Arizona, especialmente en el área metropolitana de Phoenix. Las redes sociales se han llenado de reportes, muchos imprecisos, que amplifican el miedo. Y aunque es válido preguntarse si el temor que se respira refleja en verdad lo que ocurre en las calles, lo cierto es que algo ha cambiado.
Desde principios de mayo, tras una reunión estratégica en Washington con las cabezas de las agencias migratorias, los operativos en Arizona se han multiplicado. Se sabe que se giraron instrucciones a nivel nacional para localizar y detener diariamente, al menos, a 3 000 personas con estatus migratorio irregular. En nuestro estado, eso ha significado pasar de un promedio de 10 detenciones diarias a más de 50.
Aunque el nivel de tensión social no ha alcanzado aun lo que se vive en ciudades como Los Ángeles, el incremento de las operaciones —muchas de ellas discretas o incluso encubiertas— es evidente.
Pero no estamos indefensos.
Gracias al trabajo constante de organizaciones proinmigrantes y liderazgos comunitarios comprometidos, muchas personas en nuestra comunidad están hoy mejor informadas sobre sus derechos. Talleres, foros, capacitaciones y redes de acompañamiento han sembrado una conciencia que empieza a dar frutos. Esa preparación está dificultando que los agentes migratorios cumplan con las cuotas que les exigen desde el centro.
Y es justo en esa tensión —entre la presión institucional y una comunidad más consciente— donde podrían aumentar los riesgos de abusos y violaciones de derechos.
Por eso, quiero pedirles tres cosas muy concretas:
- Mantengan la calma. Si tienen un encuentro con autoridades migratorias, lo primero es respirar, no correr, no discutir, y buscar contactar a alguien de confianza de inmediato.
- Identifiquen a una persona aliada. Esta persona puede acudir al Consulado y ayudar a activar la asistencia consular necesaria.
- Si asisten a manifestaciones, háganlo con responsabilidad. Si no cuentan con ciudadanía estadounidense, lo más prudente es no participar. Pero si deciden hacerlo, recuerden que debe ser de forma pacífica, sin provocaciones y evitando portar banderas distintas a la estadounidense.
La causa de nuestros hermanos y hermanas migrantes es profundamente justa. Son personas trabajadoras, solidarias, que contribuyen a esta sociedad y que, en muchos casos, viven su fe con más profundidad que muchos que se proclaman religiosos.
La mejor manera de avanzar es seguir construyendo puentes, escuchando con empatía y ganando corazones. Nuestra dignidad no se negocia. Nuestro futuro lo defendemos unidos.
Con todo mi respeto y compromiso,